sábado, junio 04, 2005

Cine de Género: Western

Por Martín Cagliani


Western. La diligencia.


El cine de género encuentra su origen en la búsqueda constante de ganancias económicas de las productoras estadounidenses. Iniciaron así un proceso de standarización de cada fase de la producción cinematográfica, desde la concepción de la obra hasta la exhibición. Esta normalización procuraba estar de acuerdo con los gustos del público al que iba a ser vendido y parecía responder a los deseos, valores y creencias colectivas de la audiencia. Estos gustos podían ser evaluados luego por las ventas de entradas. La concepción del género alude entonces a ese cine de entretenimiento que fue económica y estéticamente dominante desde la Primera Guerra Mundial.

Así, las grandes productoras, establecieron divisiones de trabajo para organizarse. Fue necesario el uso de estándares para economizar el proceso, a través de la especialización y la división del trabajo, para también asegurar unos mínimos de calidad narrativa y técnica. Todo esto fue lo que dio lugar a los géneros. Sistema que resultaba valido mientras satisfacía los gustos de las audiencias.

Los grandes estudios entonces fueron especializándose en géneros particulares. La producción estadounidense estableció las claves con las que había que construir un film como una entidad económica para ser reconocido por la audiencia masiva. Dentro de estas claves las productoras notaron que no todos querían verlo mismo, por lo que se realizaron subdivisiones básicas dentro del mercado, siguiendo los gustos del público. Dos de las más importantes subdivisiones fueron la institución de los géneros y el sistema de estrellas.

Por lo que el género como hoy se conoce surge del sistema de producción, distribución y exhibición estadounidense.

Casilda De Miguel da una definición preliminar de género: “Un filme de género es aquél cuyo modelo narrativo o aspectos cruciales de ese modelo, son visualmente reconocibles por haber sido utilizados del mismo modo en otros filmes. […] Las razones las encontraremos en las condiciones en las que se lleva a cabo la realización comercial que ha hecho que ciertas historias se repitan una y otra vez para satisfacer los gustos del público, reportando pingues beneficios”.

Por ende el cine de género surge como un anexo del cine industrial de el sistema de estudios estadounidense. No surge por un simple extrapolar del genero literario a la pantalla, sino que surge de una codificación que se realizó pura y exclusivamente porque las productoras se dieron cuenta de los beneficios que daban ciertos filmes, por lo que repitió sus estructuras mientras la gente siguiese yendo a verlas. Pero eso no quiere decir que el cine de género sea todo igual, y que no cambie con el tiempo. Cada realizador pudo aportar su punto de vista dentro del género. Como puede ser el caso que analizamos en este trabajo. John Ford en el genero del Western, con La Diligencia.

La Diligencia (Stagecoach, 1939) es un film que aparece en un momento en el que el western era poco valorado e incluso se decía que estaba pasado de moda. Este filme de Ford consiguió resucitar el género y le otorgó un alto grado de calidad.

Aborda todos los tópicos del género. En una diligencia que debe realizar un largo viaje, se juntan el típico hombre fuera de la ley, el rebelde, que busca venganza: The Ringo Kid, John Wayne. Una prostituta, típico personaje del western, que fue echada del pueblo, un jugador (otro personaje arquetípico siempre presente), un médico, personaje típico, que representa por lo general la civilización, junto con el Sherif, en esos lugares del oeste norteamericano donde la civilización está llegando. También aparece la tipica doncella que debe ser rescatada, esta vez encarnada en una mujer embarazada por un militar. No puede faltar el banquero, siempre presente en las películas de western, por lo general llevando el papel del caso más extremo de capitalista que abusa de su poder económico, pero también un representante de la civilización en ese medio salvaje. El conductor de la diligencia; un personaje bonachón. Y finalmente el Sheriff, representante indiscutido de la ley y el orden. Todos estos, como vemos son los personajes típicos, del western, y son reflejo de esa sociedad. Pero lo que logra Ford en esta película es que no sean arquetípicos, sino que tienen un toque original cada uno. La dama no es tan pura, al mostrarla embarazada y sin marido. El banquero que se fugó con la plata de un cliente. El medico es un poco borracho, por lo que su papel civilizador queda un poco diluido, aparte que por su boca nos llegan comentarios políticamente incorrectos, que llevan a las personas socialmente marginadas del filme a que demuestren un valor superior al de las supuestas personas de bien. Acá se dan vuelta los roles, los que deberían ser buenos no lo son tanto, y los que deberían ser malos, tampoco lo son tanto. Los papeles son ambiguos. Solo son realmente malos los indígenas.

Que no pueden faltar en un western, de la mano de los apaches esta vez. Son los típicos representantes de la barbarie contra la civilización. Si bien el western no siempre vio a los indígenas de la misma forma, ni siquiera el mismo Ford. Dependiendo de la situación económico social, e ideológica del momento, fue variando, como en todos los casos del cine de género, y el cine independiente también.

En este filme Ford consigue un excelente resumen social del mundo del oeste, juntando a todos los personajes típicos, y dándoles una vueltita de tuerca a cada uno. Y lo bueno es que sus personajes no son estáticos, evolucionan todos a lo largo del filme.

Los personajes está muy bien caracterizados, incluso en esta película Wayne, sería lanzado al estrellato (si bien ya había hecho decenas de películas clase B). El doctor borrachín, interpretado por Thomas Mitchell ganó un oscar a mejor actor de reparto.

Otro ejemplo de una mejora, de Ford, sobreuna típica dicotomía del western es el del cambio tan brusco que muestra siempre entre exteriores a interiores. Todos sus interiores tienen un techo, y bajo, creando un efecto claustrofóbico en contraposición a los espacios abiertos del inabarcable Monument Valley

El guión, de Dudley Nichols, está muy bien estructurado y de unos personajes muy bien logrados, de una humanidad muy creíble. Y la película en su totalidad fue nominada a mejor filme.

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